Incorporar elementos de la naturaleza, como agua, vegetación, luz natural, piedras o incluso el uso de madera, en el diseño interior puede proporcionar composiciones más ricas y complejas en el entorno construido. En estos proyectos de paisajismo, las texturas, las siluetas y, especialmente, las sensaciones generadas, pueden establecer nuevas relaciones de bienestar y comodidad para el usuario.
Si anteriormente hablábamos de los beneficios de la biofilia para la arquitectura y los espacios interiores, hoy destacamos 30 proyectos que desarrollaron diferentes soluciones en las que las plantas y otros elementos naturales transforman la percepción de los espacios. Los ejemplos van desde la inserción de este principio en entornos cerrados hasta posibles marcos creados a través de patios o pequeños jardines que difuminan los límites entre el interior y el exterior.